"Este texto escrito en forma de cartas por Rainer Maria Rilke quien es conocido principalmente por ser un gran autor de poemas en lengua germana. Pero, es en esta obra donde podemos observar más sobre su principal inspiración, si así se le pudiera llamar; pues, a través de su análisis a las obras del pintor Paul Cézanne, Rilke logra transmitir lo que el veía y sentía al estar frente a las obras de este gran artista francés.
Esta compilación de cartas de Rilke fueron escritas a su señora esposa, el detalla cómo poco a poco se fue introduciendo a las pinturas de Rodin, Cézanne y el análisis de la representación gráfica que hacían estos pintores. En un principio Rilke comienza analizando como un artista debe ser capaz de encontrar un equilibrio entre sus emociones y lo que proyecta en sus obras; pues, en ocasiones por querer plasmar un sentimiento no se logra llegar al resultado esperado, y es así como Rilke mencionó que solo se debe realizar la obra con la idea que se tenga y no tener que estar pensando en lo que siente en ese preciso momento; es decir, seguir trabajando hasta terminar una obra que quizá después tendrá un mayor significado para el artista.
A lo largo de estas cartas él hace una descripción de sus días en Francia y sus actividades diarias, que básicamente durante todo un mes fueron las misma pues no se cansaba de pasar sus días apreciando las obras de Cézanne expuestas en un salón de París y sobre todo cada día se concentraba en analizar los trazos y el significado que él creía Cézanne le había dado a cada color utilizado en tales piezas.
Esta es una obra llena de mucho conocimiento sobre el arte; pues, lo que ahí se describe es para conocedores o admiradores del arte que siente un profundo sentimiento por conocer un poco más sobre lo que hay detrás sobre las pinturas de sus artistas preferidos, en este caso las del señor Cézanne. Todo esto al final nos deja con que la interpretación del arte es subjetivo; pues, cada quién puede ver cosas distintas y eso es algo importante de destacar en esta obra; además, podemos ver un giro romántico en estas cartas, pues el intercambio de las mismas entre Rilke y su esposa hace que se perciba tal sentimiento, donde él siempre se muestra entusiasmado por contar sus vivencias y cómo le gustaría que ella estuviera en ese lugar para poder apreciar las obras de Cézanne los dos juntos. En conclusión es un libro que resulta muy interesante si estás dispuesto a abrir tu mente ante la maravillosa redacción de Rainer Maria Rilke."
Josué De Jesús Escobosa Burgara, estudiante de IDA